Por: Joana Campos
La tasa de homicidios en la Venezuela socialista ha caído a un nivel más bajo en 22 años a medida que los criminales violentos se trasladaron a los Estados Unidos y otras partes del continente.
El país sudamericano, que en la última década ha sufrido una de las crisis económicas y humanitarias más graves del mundo, ha visto disminuir su propia población mientras millones de venezolanos buscan oportunidades en otros lugares.
Sin embargo, esto también ha llevado a un éxodo de un gran número de los criminales violentos del país, muchos de los cuales han buscado “refugio” en los EE. UU. por invitación del régimen de Biden.
Una vez considerada la ciudad más peligrosa del mundo, Caracas ha visto caer los homicidios en un asombroso 25 por ciento en comparación con 2023, con el Observatorio Venezolano de Violencia registrando 26.8 muertes violentas por cada 100,000 personas, en comparación con una tasa de 35.3 por cada 100,000 habitantes en 2022.
Pero ahora, a medida que los venezolanos cruzan cada vez más la frontera entre Estados Unidos y México, los informes de nuevos migrantes que cometen crímenes horribles han dejado a los estadounidenses conmocionados, incluido el caso de dos hombres arrestados la semana pasada por el brutal secuestro, violación y asesinato de una niña de 12 años en Texas.
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Según InsightCrime, la terrible situación económica en el país, combinada con el éxodo masivo de la población, ha reducido las oportunidades para quienes buscan extorsionar, secuestrar y robar en su país.
“El crimen está disminuyendo en Venezuela debido a la destrucción de la economía del país… debido a la pérdida de oportunidades para el crimen”, dijo el director del OVV, Roberto Briceño-León, a InSight Crime.
Más de 10 millones de extranjeros ilegales han ingresado ilegalmente al país desde que el régimen de Biden tomó el poder en 2021, con las autoridades estadounidenses teniendo poco o ningún conocimiento de su historial criminal.
Como ha informado extensamente The Gateway Pundit, muchos de estos extranjeros ilegales resultaron ser criminales de carrera que han extendido su violencia por todos los Estados Unidos.
Ha habido numerosos casos de ilegales que violan, roban y asesinan a civiles estadounidenses inocentes, mientras que también hay evidencia de que la pandilla criminal venezolana Tren de Aragua ha expandido con éxito sus operaciones en todo el país.
El caso más ampliamente reportado de esto fue el asesinato de la estudiante de enfermería de Georgia de 22 años, Laken Riley, quien fue asesinada mientras estaba trotando por José Antonio Ibarra, un venezolano de 26 años sin residencia legal, quien anteriormente había sido liberado por las autoridades después de enfrentar cargos de abuso infantil.
A principios de este mes, Jocelyn Nungaray, de 12 años, fue violada y asesinada de manera similar por dos hombres en el norte de Houston, Texas, quienes luego arrojaron su cuerpo a un arroyo. Dos migrantes venezolanos han sido acusados de su asesinato.