Por: Vanya Thais
La renuncia de Biden era inminente y predecible. Lo que muchos no esperaban era la resistencia de un sector del Partido Demócrata a que Kamala Harris sea la candidata automáticamente. Fue entonces que surgieron diferentes personajes como posibles candidatos, uno peor que el siguiente. Vamos a analizar cada uno.
Kamala Harris
Apodada por la comunidad hispana como “La-Mala Harris”. Tiene un historial de intolerancia anticatólica. Cree que todos los católicos fieles deben ser descalificados para servir como jueces federales. Esto no solo es una forma grosera de intolerancia antirreligiosa, sino que también es inconstitucional. Su idea de catolicismo es uno que renuncia a sus creencias fundamentales, como Joe Biden.
En 2018, dentro del Senado de Estados Unidos, el también católico y miembro de los Caballeros de Colón Brian Buescher, fue nominado para ser juez federal en Nebraska. Fue entonces cuando Kamala Harris se abalanzó. En preguntas escritas al candidato a juez del Tribunal de Distrito, Harris cuestionó la fe católica de Buescher, preguntándole si sabía que los Caballeros habían adoptado «posiciones extremas» sobre la vida y el matrimonio, “extremas” como las creencias sostenidas por la propia Iglesia Católica. Harris le preguntó entonces si tenía intención de renunciar a su pertenencia a los Caballeros en caso de ser confirmado.
En 2015, impulsó la Ley FACT de California, que obligaba a los centros de atención a embarazadas a decirles a las mujeres vulnerables dónde podían abortar gratis y a anunciar clínicas abortistas. La ley era tan atroz que fue anulada por el Tribunal Supremo en 2018.
En 2016, cuando el ‘Center for Medical Progress’ descubrió que Planned Parenthood estaba traficando ilegalmente con órganos y tejidos de niños abortados, Harris (entonces Fiscal General de CA) ordenó una redada en la casa de David Daleiden de CMP. Sus agentes incautaron las pruebas de vídeo de estos crímenes monstruosos.
En 2019, la senadora Kamala Harris presentó la notoria «Ley No Hacer Daño», un ataque directo a la conciencia y las libertades católicas. La ley obligaría a los médicos católicos a realizar abortos y cirugías transgénero y dejaría fuera del negocio a organizaciones benéficas religiosas como las escuelas católicas y las Hermanitas de los Pobres, a menos que aceptasen renunciar a sus creencias religiosas.
Harris es una entusiasta co patrocinadora de la peligrosa Ley de Igualdad, que según los obispos “atropellaría la libertad religiosa”. El proyecto de ley permitiría a los hombres competir en deportes femeninos y acceder a sus vestuarios. También obligaría a las iglesias católicas a celebrar bodas gays y cerraría los programas católicos de adopción y acogida.
Kamala Harris recibió dos encargos como vicepresidenta: arreglar la frontera y servir de secuaz política abortista de Joe Biden. La frontera es un caos, y ahora se presenta a la presidencia para hacer que el aborto por cualquier motivo, sea legal en todas partes.
Todo esto sin mencionar que se identifica como “mujer negra” ahora, cuando en su momento hablaba orgullosamente de sus raíces en la India. Sería una importante política indoamericana, pero decidió irse por el grupo de votación más fuerte, que ahora la desprecia por ese aprovechamiento. En contraste, tenemos a un Vivek Ramaswamy que habla sin pelos en la lengua de lo importante que es no usar el color de la piel como argumento.
En estas elecciones, todo aquel que esté contra Harris será sexista, porque es mujer; racista, porque es “negra” o fascista, porque es zurda.
Michelle Obama
Podemos hablar de Michelle Obama como feminista, como política de izquierdas, como socialista o como activista ambiental, pero vamos primero por lo que nos importa: el aborto.
En su libro de memorias, narra cómo sufrió terriblemente una pérdida junto a su esposo, Barack Obama. Sin embargo, cuando se revirtió Roe v. Wade, la ex primera dama de EE.UU. se declaró desconsolada por las personas del país que perdieron “el derecho fundamental a tomar decisiones informadas sobre sus propios cuerpos”. ¿Qué tan desalmada puede ser una persona para vivir apoyando el asesinato de infantes en el vientre pese a haber sufrido una pérdida?
En lo demás, es un remedo de Harris, son de manual, piensan igual. ¿La diferencia? La admiran más, la odian menos… y ella sí es auténticamente “negra”.
Hillary Clinton
Es la reina del progresismo y muy popular en la farándula estadounidense. Su único pecado es ser blanca y rubia. También comparte puntos de vista con Kamala y Michelle. Su nombre aparece varias veces en diferentes casos controversiales y podemos agregarle a la sazón de su historial, un par de cucharadas colmadas de corrupción.
Fiscales y agentes del FBI investigan a la Fundación Clinton ante sospechas de corrupción, según fuentes oficiales. Quieren saber si los donantes de esta organización de caridad de Hillary y Bill Clinton recibieron un trato de favor cuando Hillary estuvo al frente del departamento de Estado, durante el primer mandato del presidente Barack Obama.
Sumémosle a esto un factor que algunos olvidan pero que no deja de ser importante: Hillary perdió contra Donald Trump y es muy poco probable que sea quien le gane en estas elecciones.
Gavin Newsom
El único “varón” de este claro matriarcado demócrata, tenía que ser, sin duda, un aliade. Sin embargo, Newsom es mucho más que eso. Es un tipo preparado, tiene buena oratoria y está profundamente ideologizado, lo que lo convierte en una auténtica amenaza.
Newsom fue el primero en “abrir las puertas” de su estado para que las mujeres viajen a hacerse abortos. Para él, este delito no debería conocer límites y depende totalmente de las mujeres.
También fue pionero en aprobar que los varones que se identifican como “mujeres” vayan a centros penitenciarios femeninos. Como informamos, en 2020, el gobernador de California firmó una legislación que exige que el sistema penitenciario del estado albergue a los reclusos en función de su identidad de género y no de su sexo biológico. Según la ley, los funcionarios penitenciarios deben preguntar a los reclusos en privado cómo se identifican y luego trabajar para alojarlos en consecuencia. Hay hasta documentales con los testimonios de las víctimas que sufrieron violencia sexual por sus compañeros de celda.
Por si esto fuera poco, el sujeto va un paso más hacia la ideología de género. La ley AB 1955 firmada por el gobernador de California, Gavin Newsom, prohíbe a las escuelas notificar a los padres sobre la identidad de género de sus hijos, si deciden “cambiarla”. En California, los hijos no son de los padres, son del Estado.
Estos son solo algunos ejemplos del panorama demócrata. Como señaló el senador R-TX Ted Cruz, es un error subestimar al enemigo, sea Harris, Clinton, Obama o Newsom. Trump necesitará activar su campaña, porque este momento de caos en el partido demócrata puede ser una vulnerabilidad, pero también puede traer problemas si se baja la guardia.
Dios bendiga América.