La campaña de Donald Trump se encrudeció en la recta final de la carrera a la Casa Blanca. Advirtió que habrá “nuevas y duras sentencias” a los inmigrantes ilegales que cometan delitos, incluida la pena de muerte para los traficantes sexuales.
El jueves 22 de agosto prometió que las penas aplicarán para los inmigrantes ilegales que hayan sido declarados culpables de cometer crímenes atroces.
“Impondremos nuevas y duras sentencias a los inmigrantes ilegales criminales, incluidas sentencias mínimas obligatorias de 10 años para cualquiera que sea declarado culpable de tráfico de personas; una sentencia de cadena perpetua garantizada para cualquiera que sea declarado culpable de tráfico infantil; y una pena de muerte para cualquiera que sea culpable de tráfico sexual de niños o mujeres”, dijo Trump en una conferencia de prensa en el condado de Cochise, Arizona, a pocos pasos de la frontera entre Estados Unidos y México.
“También impondremos la pena de muerte a los principales narcotraficantes y traficantes”, agregó .
Además, pidió la pena capital para cualquiera que sea declarado culpable de matar a “policías, alguaciles, patrulla fronteriza, ICE o funcionarios encargados de hacer cumplir la ley”.
“La pena de muerte con un juicio más rápido”, dijo el candidato presidencial republicano, “no un juicio que dure 15 años y todos se agoten”.
“La cantidad de heridos que se producen en peleas y tiroteos es simplemente increíble”, dijo Trump sobre el difícil y peligroso trabajo que enfrentan las autoridades policiales en la protección de la frontera sur.
Ese era el trabajo de Kamala
No es un dato menor que era la tarea de Kamala Harris, como vicepresidente, ser responsable de frontera sur. En su lugar, EE.UU. vive una de las peores crisis migratorias en su historia. Es decir, el manejo de la zona es, posiblemente, su peor publicidad en contra.
Y, contrario al discurso demócrata, manifestarse contra la inmigración ilegal y en protesta a los crímenes que se cometen en consecuencia, no es anti-migrante. Pues muchas veces son los propios migrantes, que viajaron de forma legal y para obtener un mejor futuro, las víctimas de los ilegales que llegaron al país violando la ley.
Recientemente Gateway Pundit reportó el caso de una menor hispana (María González), de apenas 11 años, que fue violada y asesinada por un inmigrante ilegal de 18 años. El presunto autor Juan Carlos García Rodríguez, que confesó el crimen, entró al país como un menor de edad no acompañado. Fue entregado a un adulto con el cual no tenía parentesco y un mes después dejó de contestar cualquier llamada.
Se estima que 85.000 menores no acompañado entraron al sistema y el gobierno perdió el rastro de ellos. La cifra podría alcanzar incluso 140.000. De manera que el peligro es inminente y sobre todo difícil de rastrear.
Si se visibilizan casos como estos, se quebraría el discurso propagandista que acusa a Trump (cuya esposa y exesposa son inmigrantes) y el Partido Republicano de ser anti-inmigrante. Por el contrario se visibilizaría que las políticas del Partido Demócrata ponen en peligro a los migrantes, tanto legales como ilegales (dado los peligros que atraviesan, además de alimentar a los carteles de tráfico humano). Y sobre todo quedaría al descubierto que si Kamala Harris no hizo nada para remediar la situación como vicepresidente en cuatro años, ¿qué garantía hay que sí haría algo en los siguientes cuatro?
Trump, por su parte, podría tomar a su favor el enérgico discurso que lo caracteriza para combatir el crimen que pone en peligro a quienes arriesgan sus vidas por cruzar la frontera y a quienes respetan la ley y ya están del otro lado.
Mamela Fiallo Flor es profesora de lengua e historia, columnista y conferencista. Plasma su amor por la libertad y pasión por la verdad en cada nota.
Mamela Fiallo Flor is a language and history teacher, columnist, and speaker. She conveys her love for freedom and passion for truth in every piece she writes.