Mark Zuckerberg, CEO de Meta, ha hecho recientemente una impactante revelación en una carta dirigida al presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, Jim Jordan: la administración Biden-Harris lo habría presionado para ejecutar esta orden.
En esta carta, Zuckerberg admite tres puntos clave que sacuden los cimientos del debate sobre la censura y la libertad de expresión en las redes sociales.
1. La administración Biden-Harris presionó a Facebook para censurar a los estadounidenses
Zuckerberg revela que en 2021, altos funcionarios de la administración Biden, incluyendo la Casa Blanca, presionaron repetidamente a su equipo para que censurara contenido relacionado con el COVID-19, incluyendo humor y sátira.
Zuckerberg admite que Facebook fue criticado cuando no cedía ante estas demandas. Esta revelación es un duro golpe para la narrativa de la transparencia y el respeto a la libertad de expresión del gobierno.
2. Facebook censuró a los estadounidenses
Bajo la presión de la administración, Facebook tomó la decisión de censurar cierto contenido relacionado con el COVID-19. Zuckerberg afirma que, aunque hoy se arrepiente de no haber sido más vocal en su oposición a estas presiones, Facebook tomó decisiones de censura en medio de esta presión gubernamental. Este acto de autocensura demuestra hasta qué punto las grandes corporaciones tecnológicas están dispuestas a doblegarse ante el gobierno.
3. Facebook limitó la difusión de la noticias sobre la laptop de Hunter Biden
Zuckerberg también confesó que el FBI advirtió a Facebook sobre una posible desinformación rusa relacionada con la historia de la laptop de Hunter Biden antes de las elecciones de 2020. Ante esta advertencia, la plataforma decidió limitar temporalmente la difusión de la noticia mientras esperaba la “verificación de los hechos”. En retrospectiva, Zuckerberg reconoce que esta historia no era desinformación rusa y que fue un error demorarla.
Este es un gran triunfo para la libertad de expresión. Las confesiones de Zuckerberg no solo subrayan la relación incómoda entre el gobierno y las grandes plataformas tecnológicas, sino que también resaltan la importancia de proteger los derechos de los ciudadanos en el ámbito digital.