En los últimos años, el crimen organizado en Estados Unidos ha visto un aumento significativo en la participación de grupos criminales extranjeros, entre los cuales el Tren de Aragua, una de las organizaciones más violentas de Venezuela, ha ganado protagonismo.
Este grupo, que se originó en la prisión de Tocorón, Venezuela, ha extendido sus operaciones a varios países de América Latina, incluyendo México, y ha comenzado a establecerse en EE. UU., infiltrándose entre los miles de migrantes venezolanos que huyen del régimen de Nicolás Maduro.
El Tren de Aragua ha sido designado como una «organización criminal transnacional» por el gobierno de los Estados Unidos, una acción que permite a las agencias de seguridad estadounidenses asignar más recursos para combatir esta amenaza creciente.
Las autoridades han identificado que los miembros del Tren de Aragua operan en ciudades importantes de EE. UU., ocultándose entre los migrantes venezolanos. Estas actividades incluyen extorsión, tráfico de personas, tráfico de drogas, asesinatos y otros delitos violentos.
Revisemos los incidentes que ponen en relieve la presencia del Tren de Aragua en EE.UU:
Julio de 2024. Aurora, Colorado: cuatro presuntos miembros del Tren de Aragua fueron arrestados en relación con un tiroteo y un intento de asesinato. Entre ellos se encontraba Jhonnardy José Pacheco-Chirinos, conocido como «Cookie», señalado como un líder dentro de la organización. Junto con su hermano y otros dos miembros, habían sido detenidos previamente por la Patrulla Fronteriza en Texas y liberados con una notificación para presentarse ante las autoridades.
Agosto de 2023 – Aurora, Colorado: Nixon y Dixon José Azuaje Pérez, vinculados al Tren de Aragua, fueron detenidos por las autoridades locales después de haber sido liberados en la frontera de Eagle Pass, Texas. Estos individuos habían sido señalados por participar en actividades delictivas en la ciudad.
Agosto de 2024. Chicago, Illionis: 32 Miembros Armados de una Pandilla Venezolana Toman Complejo de Apartamentos en la Ciudad Santuario de Chicago. Anoche, se compartió en X, a través de la cuenta de Libs of Tik Tok, una impactante llamada al 911 que reveló que 32 migrantes venezolanos armados estaban intentando tomar el control de un complejo de apartamentos en Chicago.
Antes estos incidentes Donald Trump ha lanzado una fuerte crítica a la administración de Biden, asegurando que las ciudades estadounidenses han sido «tomadas» por pandillas ilegales venezolanas. Trump ha prometido, en caso de ser elegido nuevamente, «liberar» estas áreas de la influencia de estas pandillas, asegurando que bajo su liderazgo se tomará un enfoque más firme para asegurar la seguridad en las comunidades afectadas por inmigrantes involucrados en el crimen organizado.
Esta declaración viene en respuesta a informes recientes que vinculan a miembros del Tren de Aragua, una pandilla venezolana, con la sobreocupación de edificios en ciudades como Chicago y Aurora, Colorado. En estos informes, se señala que estas pandillas no solo se han infiltrado en el país, sino que han comenzado a tomar el control de ciertas áreas residenciales. Trump ha utilizado este escenario para reforzar su mensaje de mano dura en inmigración y seguridad fronteriza, prometiendo actuar de manera decisiva contra las pandillas que, según él, han sido «liberadas» por las políticas de la administración Biden.
La expansión del Tren de Aragua ha generado preocupación en las comunidades migrantes y locales, especialmente en áreas como Colorado. En Aurora, las autoridades locales han tenido que intervenir de manera activa para controlar la situación, incluso considerando el cierre de edificios de apartamentos donde se sospecha que los miembros del Tren de Aragua operan. Los residentes han denunciado ser testigos de patrullajes armados por parte de los miembros del grupo y otros delitos como la venta de drogas y la trata de personas.
La situación en Aurora es solo una muestra del problema más amplio. Otras ciudades como Miami y Houston también han experimentado un aumento en las actividades delictivas vinculadas a este grupo venezolano.
Las investigaciones han revelado que el Tren de Aragua está involucrado en actividades como el tráfico de drogas y la extorsión, y que sus miembros se mezclan con los migrantes vulnerables que buscan refugio en EE. UU.
La designación del Tren de Aragua como organización criminal transnacional ha permitido a las agencias estadounidenses, como la DEA y el ICE, aumentar sus esfuerzos para frenar la expansión de este grupo. Además, se han ofrecido recompensas por información que conduzca a la captura de los principales líderes de la organización. Esta medida es parte de una estrategia más amplia para abordar el crimen transnacional que surge de la crisis migratoria venezolana.
Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, la liberación de miembros del Tren de Aragua por parte de las autoridades fronterizas estadounidenses bajo la administración Biden-Harris han generado aún más problemas e inseguridad para los ciudadanos estadounidenses, estas políticas han permitido que criminales peligrosos ingresen al país y continúen sus actividades delictivas.
Posteriormente un video viral muestra a pandilleros estadounidenses en Aurora, Colorado, enviando un brutal mensaje a la peligrosa pandilla venezolana «Tren de Aragua», que ha tomado control de un complejo de apartamentos: «Nosotros inventamos la violencia pandillera». Poniendo en contexto que los estadounidenses dependan de pandillas externas para hacer cumplir la ley es una vergüenza. Si quieres saber más sobre el tema:
“En el video, el hombre, cuya cabeza calva y cuello están cubiertos de tatuajes, admite que es parte de una pandilla y afirma que se está reuniendo con otros pandilleros que también han viajado al complejo de apartamentos en Aurora, donde se ha informado ampliamente que la peligrosa pandilla venezolana Tren de Aragua se ha apoderado de los apartamentos de personas que pagan alquiler para vivir allí.”
En varios casos, los miembros del Tren de Aragua que fueron liberados tras ser detenidos en la frontera han estado involucrados en delitos graves dentro de EE. UU., como se ha visto en los arrestos de Aurora.
Trending: October 12: Celebrating Hispanic Heritage as a Cultural Bridge for the United States and Beyond
La última noticia es que acuerdo con ICE, cuatro presuntos miembros del Tren de Aragua, una peligrosa banda criminal venezolana, fueron detenidos por la policía en Aurora, Colorado, tras estar involucrados en un tiroteo e intento de asesinato en julio de este año.
Todos ellos son inmigrantes venezolanos que ingresaron ilegalmente al país y fueron arrestados en la frontera de Texas, pero posteriormente liberados bajo las políticas de la administración Biden.
Entre los detenidos se encuentra Jhonnardy José Pacheco-Chirinos, alias “Cookie”, identificado como uno de los líderes de la banda. Él y su hermano Jhonnarty De Jesús Pacheco-Chirinos fueron capturados por la Patrulla Fronteriza en octubre de 2022 en el sector de Del Rio, Texas, y liberados con una orden para presentarse ante las autoridades.
Además, los hermanos Nixon José Azuaje Pérez y Dixon José Azuaje Pérez, también vinculados al Tren de Aragua, fueron detenidos en agosto de 2023 en Eagle Pass, Texas, y puestos en libertad bajo las mismas condiciones. Ambos tienen actualmente órdenes de detención emitidas por ICE.
Este caso ha reavivado las críticas hacia las políticas de inmigración de la administración actual, que muchos consideran demasiado laxas al permitir la entrada y liberación de delincuentes extranjeros en suelo estadounidense.
El crimen organizado venezolano, representado principalmente por el Tren de Aragua, ha llegado a ser una amenaza seria en algunas ciudades de Estados Unidos. La combinación de la crisis migratoria y las políticas de control fronterizo han facilitado la entrada de estos grupos criminales al país, lo que ha generado preocupación tanto en las comunidades locales como en las autoridades. La respuesta de las agencias de seguridad ha sido reforzada, pero aún quedan desafíos importantes para evitar que este tipo de organizaciones sigan operando dentro de las fronteras estadounidenses.
Joana Campos es abogada y editora con más de 10 años de experiencia en la gestión de proyectos de desarrollo internacional, enfocada en la sostenibilidad y el impacto social positivo. Actualmente dirige JC Editorial, donde ha coordinado la edición y distribución de libros de reconocidos autores internacionales y la logística de numerosas giras nacionales. Anteriormente, trabajó como abogada corporativa, especializándose en derecho penal y corporativo. Joana es licenciada en Derecho por la Universidad de Guadalajara.
Joana Campos is a lawyer and editor with over 10 years of experience in managing international development projects, focusing on sustainability and positive social impact. She currently leads JC Editorial, where she has coordinated the editing and distribution of books by renowned international authors and managed the logistics of numerous national tours. Previously, she worked as a corporate lawyer, specializing in criminal and corporate law. Joana holds a law degree from the University of Guadalajara.