La expresidente de la Universidad de Pennsylvania Liz Magill quien dejó su cargo el año pasado luego de ser criticada severamente por tolerar el antisemitismo toma un nuevo papel en la escuela de leyes de Harvard.
Magill fue una de dos presidentes en perder sus empleos después del antisemitismo en el campus universitario relacionado con las protestas en contra de Israel al defenderse contra Hamas y buscar la justicia.
Nueve meses tras dimitir de su previo cargo durante el cual fue reprobada por minimizar la cultura antisemita que tomaba lugar en el campus la universidad que presidía, regresa a la profesión legal con enfoque en la investigación en vez de la enseñanza y no recibirá salario.
Aún antes del ataque del 7 de Octubre, en el mes de septiembre la universidad patrocinó un festival de escritores palestinos cuyos resultados revelaron un despliegue de la swastika en grafiti en un aula y una vandalización en el campus mientras coreaban groserías en contra de los judíos entre otras manifestaciones antisemitas.
De hecho, la universidad de Harvard ahora enfrenta una demanda por permitir discriminación y acoso ofensivo hacia estudiantes Judíos. Sin embargo, a diferencia de Magill, la presidenta de Harvard, Claudine Gay, pidió disculpas por sus comentarios, explicando al Harvard Crimson que se “vio atrapada” en un “intercambio combativo sobre políticas y procedimientos.”
“En ese momento, lo que debí haber hecho fue recordar mi principio rector, que es que los llamados a la violencia contra nuestra comunidad judía — y las amenazas a nuestros estudiantes judíos — no tienen cabida en Harvard y nunca quedarán sin respuesta,” dijo Gay al periódico estudiantil.
Los problemas que desencadenaron el antisemitismo generalizado la pasada primavera aún no han sido resueltos aunque ambos candidatos presidenciales han prometido tomar medidas contra el antisemitismo. Los demócratas deberán decidir si enfrentarse al antisemitismo justifica el costo político para ellos, una difícil decisión.
Uno de los poderes más importantes de tener la mayoría en el Congreso es la capacidad de seleccionar temas que unan a tu partido mientras podrían dividir al contrario. La legislación para combatir el antisemitismo divide a los liberales demócratas y une a los conservadores republicanos.
La Ley de Conciencia sobre el Antisemitismo establecería en la ley la definición de antisemitismo de la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto (IHRA) al aplicar medidas contra la discriminación en campus universitarios: “El antisemitismo es una percepción particular de los judíos, que puede expresarse como odio hacia ellos. Las manifestaciones retóricas y físicas del antisemitismo se dirigen hacia individuos judíos o no judíos y/o sus propiedades, así como hacia instituciones comunitarias judías e instalaciones religiosas.”
Para ejemplificar cómo se manifiesta el antisemitismo, la IHRA incluye ejemplos como “negar al pueblo judío su derecho a la autodeterminación, por ejemplo, afirmando que la existencia del Estado de Israel es un esfuerzo racista.” Esta ley permitiría al Departamento de Educación retirar fondos federales a las escuelas que toleren el antisemitismo.
Algunos demócratas se oponen a esta legislación en nombre de la libertad de expresión, la libertad académica y las protestas en los campus universitarios. Otros hasta consideran que estas posturas no constituyen antisemitismo y temen que esta definición se utilice para silenciar críticas hacia Israel.
En mayo, cuando la Cámara de Representantes votó para aprobar la Ley de Conciencia sobre el Antisemitismo (320-91), más de un tercio de los demócratas votaron en contra, mientras que el 90% de los republicanos la respaldaron. Sin embargo, el Senado, bajo control demócrata, no ha abordado esta legislación.
A pesar de que esta división entre los demócratas es especialmente pronunciada entre los votantes liberales jóvenes que tienden a simpatizar más con los palestinos, por primera vez más votantes demócratas simpatizan con los palestinos (49%) que con Israel (38%), mientras que casi el 80% de los republicanos apoyan a Israel.
En cuanto a las protestas en campus universitarios, una encuesta reveló que los republicanos se opusieron a ellas en un 69-16, mientras que los demócratas las apoyaron en un 46-31 (el resto estaba indeciso). Los independientes se alinearon con los republicanos, oponiéndose a las protestas con un 44-24.
Flor Elena Robledo es periodista y comunicadora con experiencia en «Sábado Gigante» y Univision, destacándose en comunicación pública y traducción simultánea. Ha enseñado periodismo, entrevistado a figuras públicas y trabajado en TUVU y MegaTv, alcanzando millones de vistas con sus historias. Posee un título en Periodismo de Radiodifusión de la Florida International University y estudios de posgrado en Periodismo en Español.
Flor Elena Robledo is a journalist and communicator with experience in «Sábado Gigante» and Univision, excelling in public communication and simultaneous translation. She has taught journalism, interviewed public figures, and worked at TUVU and MegaTv, reaching millions of viewers with her stories. She holds a degree in Broadcast Journalism from Florida International University and has pursued postgraduate studies in Journalism in Spanish.