En un triunfo rotundo para la protección de la familia y los valores tradicionales, el Parlamento de Georgia ha aprobado una ley histórica que defiende a la familia, salvaguarda la inocencia de los menores y pone límites claros a la agenda LGBT en el país.
Con una votación de 84 a 0, los legisladores georgianos han dado un paso crucial para preservar la moral y la integridad de su sociedad, reafirmando el papel de la familia como pilar fundamental del desarrollo humano.
La ley, que ha sido respaldada fuertemente por la Iglesia, protege a los menores de la exposición a contenidos inadecuados, prohíbe la adopción por parte de homosexuales y transgénero, impide la transición de género, y anula el reconocimiento de matrimonios del mismo sexo realizados en el extranjero.
En un contexto donde la presión internacional empuja a muchas naciones a aceptar normas que socavan los valores familiares, Georgia ha demostrado que es posible resistir, priorizando la protección de sus niños y el futuro de su sociedad.
La familia: el corazón de la sociedad
Esta ley es un testimonio del profundo compromiso de Georgia con los valores que sostienen a la sociedad. La familia, compuesta por un padre y una madre, es la base sobre la cual se construye una nación fuerte y moralmente sólida.
Prohibir la adopción por parte de parejas del mismo sexo es una decisión basada en el entendimiento de que los niños merecen crecer en un entorno equilibrado, donde las figuras paterna y materna desempeñen roles complementarios y definidos.
Diversos estudios han mostrado que los niños criados en un hogar con ambos progenitores biológicos tienen mayores probabilidades de desarrollarse de manera emocionalmente saludable.
Aunque existen grupos que intentan desvirtuar esta realidad, la verdad es que la estructura familiar tradicional ha demostrado ser la más adecuada para criar a las futuras generaciones. Esta legislación no es solo una protección para los menores, sino una afirmación clara de que la familia natural es el modelo a seguir.
El proyecto de ley que prohíbe la propaganda LGBT en Georgia fue aprobado en segunda lectura. El parlamento planea adoptarlo en su forma final en los próximos días.
Protección de los menores frente a la ideología LGBT
Uno de los elementos más cruciales de esta ley es la defensa de la inocencia de los menores. Los eventos del Orgullo gay, las banderas arcoíris y la difusión de contenido LGBT en libros y películas representan una amenaza directa para la moral de los niños y su sano desarrollo.
Como sociedad, es nuestro deber protegerlos de la exposición a ideologías que pueden confundir su identidad y valores en una etapa tan vulnerable de sus vidas.
Esta legislación no solo prohíbe la promoción de la agenda LGBT en espacios públicos, sino que también garantiza que los niños no sean expuestos a contenido que pueda perturbar su inocencia.
El partido gobernante, Sueño Georgiano, ha expresado que esta medida es esencial para preservar el bienestar de las futuras generaciones y evitar que se desvirtúe la esencia misma de la niñez. Georgia ha demostrado que no está dispuesta a ceder ante presiones externas que buscan imponer una moral ajena a sus principios y cultura.
En un anuncio del partido gobernante emitido en la televisión georgiana, se muestra el rostro del director de Pride, Jakeli, junto a las palabras: “No a la degradación moral”.
La prohibición de la transición de género: un acto de protección
Otro de los aspectos fundamentales de esta ley es la prohibición de la transición de género. En los últimos años, ha habido un aumento alarmante en la promoción de tratamientos médicos y quirúrgicos para menores con disforia de género, lo cual es terrible y bizarro, lo peor es que cada vez se enfoca en niños más y más pequeños.
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Georgia ha decidido tomar una postura firme al respecto, prohibiendo completamente cualquier tipo de transición de género dentro de su territorio.
Esta decisión no solo protege a los menores de intervenciones médicas irreversibles, sino que también reafirma el valor de la biología y la naturaleza en el desarrollo humano. La idea de que el género puede ser una construcción social es una noción peligrosa que pone en riesgo la estabilidad emocional de los jóvenes.
Georgia ha decidido proteger a sus menores de una ideología que, en muchos casos, resulta perjudicial para su bienestar a largo plazo.
Aunque en UE, borell no está de acuerdo en la Ley..
La familia y los valores: una victoria para todos
La aprobación de esta ley no es solo un triunfo para Georgia, sino para todos aquellos que creemos en la importancia de la familia, la vida y la protección de los menores. En un mundo donde cada vez más países ceden ante una agenda globalista que pretende destruir los valores tradicionales, Georgia se ha erigido como un faro de esperanza.
Como defensores de la familia, debemos celebrar esta ley y seguir el ejemplo de Georgia. La protección de los menores, la preservación de la familia natural y la defensa de los valores religiosos no son solo cuestiones políticas, sino que son esenciales para el bienestar de nuestras sociedades. La ley aprobada en Georgia nos recuerda que es posible resistir, que es posible proteger lo más sagrado que tenemos: la familia.
Este es un llamado a todas las naciones: defender la familia y proteger a los niños es un deber ineludible. Georgia lo ha hecho, y es nuestro turno de seguir su ejemplo.
¡Viva Georgia libre, sin los locos de la OTAN y de la UE!
Joana Campos es abogada y editora con más de 10 años de experiencia en la gestión de proyectos de desarrollo internacional, enfocada en la sostenibilidad y el impacto social positivo. Actualmente dirige JC Editorial, donde ha coordinado la edición y distribución de libros de reconocidos autores internacionales y la logística de numerosas giras nacionales. Anteriormente, trabajó como abogada corporativa, especializándose en derecho penal y corporativo. Joana es licenciada en Derecho por la Universidad de Guadalajara.
Joana Campos is a lawyer and editor with over 10 years of experience in managing international development projects, focusing on sustainability and positive social impact. She currently leads JC Editorial, where she has coordinated the editing and distribution of books by renowned international authors and managed the logistics of numerous national tours. Previously, she worked as a corporate lawyer, specializing in criminal and corporate law. Joana holds a law degree from the University of Guadalajara.