Oct. 13, 2024 4:02 pm

Un juez de Indiana ha dictaminado que un preso condenado por asesinar a su hijastra de 11 meses en 2001 debe ser sometido a una cirugía transgénero.

El caso fue presentado originalmente por la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU), que argumentó que los derechos del preso transgénero Jonathan C. Richardson, también conocido como Autumn Cordellionè, estaban siendo violados por una ley de Indiana que prohíbe al Departamento de Correcciones utilizar el dinero de los contribuyentes para financiar cirugías de reasignación de sexo para los reclusos.

«En consecuencia, en este punto la cirugía de afirmación de género es necesaria para que su identidad física pueda alinearse con su identidad de género y así su disforia de género pueda mejorarse», afirma la demanda.

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«Ella cree que el único remedio para su persistente disforia de género, y el grave daño que le causa, es recibir una cirugía de afirmación de género, específicamente una orquiectomía y una vaginoplastia», dijo.

El juez Richard Young, quien fue designado para el tribunal por Bill Clinton en 1998, estuvo de acuerdo con esta evaluación.

«En concreto, la Sra. Cordellioné ha demostrado que su disforia de género es una necesidad médica grave y que, a pesar de otros tratamientos que el acusado le ha proporcionado para tratar su disforia de género, necesita una cirugía de afirmación de género para prevenir un riesgo de daño físico y psicológico grave», escribió en su fallo.

Como resultado, el Departamento de Correcciones ahora debe tomar «todas las medidas razonables» para concederle al asesino su deseado cambio de sexo.

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En una publicación en la plataforma X, el fiscal general de Indiana, Todd Rokita, confirmó que apelaría la decisión y señaló que los contribuyentes preferirían no financiar una solicitud tan indulgente.

Según documentos judiciales, Richardson fue sentenciado a 55 años de prisión tras ser declarado culpable de estrangular hasta la muerte a la hija de 11 meses de su esposa mientras ella estaba en el trabajo. Los detectives que lo entrevistaron en ese momento dijeron que no mostró ninguna emoción cuando se le preguntó sobre su vil crimen.

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