La soberanía de la República Dominicana se encuentra en el centro de un intenso debate a medida que la situación migratoria con Haití se agrava. Uno de los nombres más polémicos en este conflicto es el congresista estadounidense Adriano Espaillat, quien ha sido defensor de políticas que ponen en peligro la integridad de la nación dominicana.
¿Quién es este Congresista?
Adriano Espaillat, nacido en Santiago de los Caballeros, República Dominicana, es un congresista demócrata que representa el distrito 13 de Nueva York. Su trayectoria política ha estado marcada por un fuerte enfoque en los derechos de los inmigrantes, especialmente aquellos de origen latinoamericano y caribeño.
Espaillat ha sido un firme defensor de una política migratoria más inclusiva y ha abogado por soluciones humanitarias para la crisis haitiana, tanto en Estados Unidos como en la República Dominicana.
A menudo promueve la «ocupación haitiana», refiriéndose a la gran cantidad de migrantes haitianos que cruzan la frontera hacia el territorio dominicano en busca de mejores oportunidades, a menudo en condiciones precarias.
La migración masiva desde Haití hacia la República Dominicana ha creado una serie de desafíos socioeconómicos y políticos. Haití, devastado por terremotos, pobreza extrema y una crisis política continua, ha visto cómo miles de sus ciudadanos buscan refugio en el país vecino.
Esto ha exacerbado las tensiones entre ambas naciones que comparten la isla de La Española. Según informes recientes, la falta de control fronterizo y la presencia de una gran población haitiana indocumentada han incrementado las preocupaciones sobre la pérdida de control territorial.
Activistas en República Dominicana han expresado que la entrada de haitianos, incentivada en parte por la falta de políticas migratorias efectivas, ha generado una sobrecarga en los servicios sociales y ha alterado el equilibrio demográfico de la nación. Esto ha llevado a una creciente demanda por parte de sectores nacionalistas de proteger más estrictamente la frontera y limitar la inmigración.
La presión para aceptar inmigrantes haitianos ignora la compleja historia de conflictos y dificultades entre ambos países, y que las acusaciones de “racismo” a menudo no toman en cuenta el contexto histórico y las preocupaciones legítimas de los dominicanos. Esto incluye no solo el legado de violencia, sino también las preocupaciones prácticas sobre cómo manejar una gran cantidad de inmigrantes en un país con sus propios desafíos económicos y sociales.
Actualmente el Congresista Espaillat ha apoyado un anteproyecto de ley (18-02), el cual busca facilitar la tutela de Estados Unidos sobre las fronteras dominicanas, particularmente con Haití.
El anteproyecto de ley 18-02, presentado por Espaillat, otorga a Estados Unidos un rol preponderante en la gestión de la seguridad fronteriza entre República Dominicana y Haití. Esto ha generado preocupación entre los defensores de la soberanía dominicana, quienes ven este tipo de medidas como una intromisión en los asuntos internos del país.
En repuesta a este proyecto se dio una manifestación este 15 de Septiembre donde los defensores de la nación y soberanía dominicana dieron un grito en defensa de su patria.
Adriano Espaillat es uno de los principales promotores de políticas que erosionan la soberanía dominicana. En imágenes y mensajes compartidos en redes sociales, se le señala como defensor de una «agenda globalista» que, según sus detractores, facilita la entrada masiva de haitianos en el país. Este tipo de declaraciones, aunque no necesariamente respaldadas por hechos concretos, han encontrado eco en ciertos sectores nacionalistas y antinmigración.
En particular, estas críticas se han centrado en su apoyo a la Agenda 2030, que es el conjunto de políticas promovidas por organismos internacionales que presionan a las naciones para adoptar posturas más flexibles en términos de inmigración y multiculturalismo. Estas posturas son vistas por los críticos de Espaillat como una amenaza directa a la identidad nacional dominicana y su soberanía.
En redes desde hace meses acusaban a Espaillat de apoyar la agenda 2030:
La Soberanía en Riesgo: El Papel de la Comunidad Internacional
El gobierno de los Estados Unidos, a través de su secretario de Estado, Antony Blinken, también ha sido acusado de injerencia en los asuntos internos de la República Dominicana.
Recientemente, Blinken visitó el país para discutir, entre otros temas, la crisis migratoria haitiana. Estas reuniones peligrosamente y silenciosamente van en camino a imponer soluciones internacionales que no consideren los intereses del pueblo dominicano.
Las imágenes virales que circulan en redes sociales y medios alternativos destacan a figuras como Blinken, Espaillat y otros políticos estadounidenses como traidores a la soberanía dominicana, acusándolos de facilitar una «invasión» haitiana.
Estas acusaciones por el pueblo dominicano reflejan un sentimiento creciente de descontento en muchos sectores de la sociedad dominicana.
Crítica a la Falta de Protección de la Soberanía Dominicana
A medida que el conflicto entre Haití y República Dominicana se intensifica, es fundamental analizar las deficiencias del gobierno dominicano y la comunidad internacional en la protección de su soberanía. Las políticas migratorias laxas, la falta de control efectivo en la frontera y la injerencia de actores extranjeros han llevado a una situación insostenible para muchos dominicanos.
Las protestas recientes en ciudades como Santo Domingo y Miami, donde los dominicanos en el extranjero también se han movilizado, reflejan la creciente preocupación por la posible pérdida de la identidad y el control sobre los recursos del país.
Estos actos de repudio contra figuras como Adriano Espaillat subrayan la necesidad de una discusión más profunda y soluciones que garanticen el respeto a la soberanía nacional.
Circula un audio en redes invitando al pueblo dominicano a apoyar la protección de la soberanía de su pueblo:
Buenos días, buenas tardes, buenas noches, dependiendo del momento que usted esté escuchando este audio. Este domingo 15 de septiembre tendremos una actividad en el Norí, la segunda avenida y Biscayne Boulevard, en el busto de Juan Pablo Duarte. Esto es un acto de repudio hacia la señora María Elvira Salazar y el diputado mal llamado dominicano Adriano Espaillat, que en el otro hago la cervedad.
No dije, solamente mencioné el apellido, pero entiéndase que el traidor que ha firmado la ley 1802, Adriano Espaillat y la señora Elvira Salazar, que ha firmado esa ley conjuntamente con otro congresista apellido Green. Vamos a todos los dominicanos a dar entender que la soberanía nuestra no tiene precio y que ni Adriano y mucho menos ningún extranjero tiene derecho a intervenir, que esa soberanía ha costado sangre, no se ha comprado, eso es ganado con sangre y nosotros los dominicanos no estamos dispuestos a perderla. El domingo 15 de septiembre, a partir de la 9, esperamos a todos los hijos de Duarte que todavía piensa y quiere una república dominicana libre y soberana.
Bendiciones.
Joana Campos es abogada y editora con más de 10 años de experiencia en la gestión de proyectos de desarrollo internacional, enfocada en la sostenibilidad y el impacto social positivo. Actualmente dirige JC Editorial, donde ha coordinado la edición y distribución de libros de reconocidos autores internacionales y la logística de numerosas giras nacionales. Anteriormente, trabajó como abogada corporativa, especializándose en derecho penal y corporativo. Joana es licenciada en Derecho por la Universidad de Guadalajara.
Joana Campos is a lawyer and editor with over 10 years of experience in managing international development projects, focusing on sustainability and positive social impact. She currently leads JC Editorial, where she has coordinated the editing and distribution of books by renowned international authors and managed the logistics of numerous national tours. Previously, she worked as a corporate lawyer, specializing in criminal and corporate law. Joana holds a law degree from the University of Guadalajara.