Oct. 13, 2024 3:07 pm

Andrés Manuel López Obrador culpa a Estados Unidos por la violencia relacionada con drogas en Sinaloa luego de la captura del líder del Cártel de Sinaloa, Ismael  “El Mayo” Zambada, encarcelado.  El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador culpó el jueves a Estados Unidos por la ola de violencia desatada hace una semana en el estado de Sinaloa.

López Obrador atribuyó la inestabilidad en Sinaloa al arresto de “El Mayo” sin ofrecer más detalles sobre los acuerdos y cómo influenciaron en el aumento en la violencia.

Desde la semana pasada, el grupo liderado por “Los Chapitos” que incluye a los hijos del líder de la antigua organización “El Chapo” ha tenido conflictos con los seguidores de “El Mayo” en Culiacán, causando muchas muertes incluyendo a un soldado de acuerdo a autoridades esta semana además de afectar el comercio.  

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López Obrador informó el miércoles que entre el 9 y el 17 de septiembre han fallecido 40 personas en Sinaloa, incluyendo a un policía y a un soldado, según informaron las autoridades militares esta semana.

«El Mayo» Zambada fue arrestado junto con Joaquín Guzmán López, uno de los hijos del narcotraficante «El Chapo». Según se alega, Guzmán López tendió una trampa a Zambada, lo secuestró y lo llevó a Texas en una operación que ha dejado muchas preguntas sin respuesta y que ha señalado posibles vínculos entre políticos de Sinaloa y el cartel.

Al preguntarle si Estados Unidos comparte responsabilidad en el aumento de la violencia en Sinaloa, López Obrador respondió: «Por supuesto que sí, por haber ejecutado esa operación.»

El gobierno de Sinaloa desplegó un operativo de seguridad en las escuelas el miércoles para tranquilizar a la población y reactivar las actividades educativas, aunque no ha logrado su objetivo.

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A pesar del temor, el tráfico en la ciudad, que cuenta con más de un millón de habitantes, era intenso el jueves. Las escuelas, que reabrieron el martes después de estar una semana cerradas, permanecían en su mayoría vacías. Muchas familias siguen escondidas, y tanto padres como maestros temen quedar atrapados en medio de la violencia.

«¿Dónde está la seguridad para nuestros hijos y para nosotros?» dijo una residente de Culiacán que prefirió no revelar su identidad por motivos de seguridad. «Aquí es tan peligroso que uno no quiere salir de casa.»

La mujer explicó que, aunque algunas escuelas han reabierto, no ha permitido que su hija asista desde hace dos semanas y admitió que tiene miedo después de que unos hombres armados detuvieron un taxi en el que viajaban, lo que aterrorizó a su hija.

El arresto de Zambada ha causado tensiones en las relaciones entre México y Estados Unidos, que ya se habían deteriorado en las últimas semanas tras las críticas del embajador estadounidense Ken Salazar a la reforma judicial promovida por López Obrador y aprobada recientemente por el Congreso.

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En cuanto a la captura de los dos capos, Salazar informó que Guzmán López se entregó voluntariamente a las autoridades, mientras que «El Mayo» fue capturado contra su voluntad. Además, negó que se hayan utilizado recursos estadounidenses en la operación.

«La inestabilidad se debe a que tomaron esa decisión», reiteró López Obrador, quien también criticó la falta de información proporcionada por las autoridades estadounidenses sobre la captura. Señaló que Washington debe «entender que no puede actuar de esa manera sin considerar al gobierno de México.»

El mandatario mexicano agregó que «no puede haber cooperación cuando se toman decisiones unilaterales; eso es inaceptable.»

Claudia Sheinbaum, quien asumirá la presidencia de México en el futuro, también criticó las acciones de Estados Unidos en este caso, afirmando el jueves que «no se puede aceptar cuando no hay comunicación ni colaboración.»

A pesar de las medidas tomadas por las autoridades, el temor sigue latente entre los habitantes de Culiacán, especialmente después de que el comandante de la tercera región militar de Sinaloa, el general Jesús Leana Ojeda, admitiera el lunes que la posibilidad de que la situación se estabilice «no depende de nosotros, sino de que los grupos antagónicos dejen de enfrentarse.»

 ¿Cómo reaccionó EE.UU.?

¿Qué ocurrió después?

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