La reciente participación del presidente Luis Abinader en la «Cumbre del Futuro» de la ONU ha generado fuertes críticas y una gran preocupación en la sociedad dominicana.
La Cumbre del Futuro tuvo lugar en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, en el marco del 79° período de sesiones de la Asamblea General de la ONU en septiembre de 2024. Durante este evento, líderes mundiales debatieron temas cruciales relacionados con la gobernanza global, el desarrollo sostenible, y las crisis contemporáneas que enfrentan los Estados-Nación.
El presidente Abinader fue recibido así en New York:
El «Pacto del Futuro», presentado en dicho evento, ha sido señalado como una amenaza directa a la soberanía de los Estados-Nación, al imponer medidas que podrían socavar la capacidad de los gobiernos para tomar decisiones independientes.
Ante esta situación, surge la necesidad de un referéndum que consulte a la ciudadanía antes de que el mandatario respalde compromisos que implican una cesión de poder a entidades internacionales.
El «Pacto del Futuro», propuesto en la ONU, se presenta como una serie de políticas enfocadas en la gobernanza global, la equidad de género, y la sostenibilidad ambiental.
Sin embargo, muchas de estas propuestas responden más a agendas internacionales que a las verdaderas necesidades del pueblo dominicano. El pacto encaja dentro de la «Agenda 2030», un conjunto de medidas globalistas que, entre otras cosas, promueven políticas sociales woke y de género que muchos consideran acientíficas y alejadas de la realidad del país.
Uno de los puntos más preocupantes del «Pacto del Futuro» es su enfoque en la gobernanza global. Bajo este esquema, los Estados-Nación perderían parte de su autonomía para tomar decisiones, cediendo poder a instituciones internacionales.
Los defensores del pacto argumentan que es una respuesta necesaria ante crisis globales como el cambio climático y la desigualdad económica. Sin embargo, es TODO LO CONTRARIO, si quieres saber más sobre este tema te invito a leer mi artículo:
En este contexto, es fundamental recordar que la Constitución dominicana establece que cualquier decisión que afecte de manera significativa la soberanía del país debe ser sometida a consulta pública mediante referéndum.
La propuesta de este pacto no debería ser la excepción, ya que las decisiones que conlleva impactarán a largo plazo en la capacidad del país para gobernarse a sí mismo de manera independiente. Abinader fue elegido por el pueblo dominicano, no por la ONU, y es a los dominicanos a quienes debe rendir cuentas sobre este tipo de compromisos.
Políticas Sociales y la “Agenda Woke”
Otro aspecto controvertido del pacto es su impulso a políticas sociales orientadas a la equidad de género y la diversidad, las cuales algunos sectores dominicanos perciben como una imposición de la agenda woke, un movimiento que promueve una serie de valores progresistas que no necesariamente reflejan los principios de una nación conservadora y pro-familia.
Estas políticas, lejos de estar basadas en la ciencia o en las realidades locales, suelen ser impulsadas por organismos internacionales que buscan implementar cambios sociales globales, sin tener en cuenta las particularidades culturales y religiosas de cada país.
Las propuestas ecológicas incluidas en el pacto, conllevan un gasto en sostenibilidad ambiental que a menudo afectan desproporcionadamente a las economías en desarrollo como la de la República Dominicana, que no siempre está en condiciones de adoptar estas costosas medidas y en beneficio de unos cuantos (por no decir de ciertas élites) y que NO SON PARA NADA ECOLÓGICAS.
Control sobre las Redes Sociales y Privacidad
Quizás uno de los puntos más alarmantes del «Pacto del Futuro» es su impacto sobre la privacidad y el control de las redes sociales. Según las propuestas discutidas, las plataformas digitales estarían obligadas a compartir datos de usuarios con los gobiernos y organismos internacionales, bajo la premisa de combatir la desinformación y asegurar la “transparencia”. Esta medida es un abuso de poder, ya que implicaría la violación de la privacidad de los ciudadanos, otorgando a entidades supranacionales un control sin precedentes sobre la información personal.
En un mundo donde la libertad de expresión y la privacidad digital están constantemente en peligro, la implementación de estas políticas podría llevar a una mayor censura y control, lo que iría en contra de los valores de libertad y soberanía que los dominicanos valoran profundamente.
El Llamado a un Referéndum: La Voz del Pueblo
Frente a este escenario, surge la pregunta: ¿Debe el presidente Abinader comprometer al país con un pacto internacional sin consultar a su gente? La respuesta parece clara.
La Constitución dominicana ofrece una solución democrática: el referéndum. A través de este mecanismo, el pueblo tendría la oportunidad de expresar su opinión sobre si estas medidas, que afectan tanto la soberanía como los derechos individuales, deben ser adoptadas.
No se trata simplemente de firmar un acuerdo en un foro internacional en beneficio de las organizaciones mundiales que imponen estos “acuerdos”; se trata de garantizar que las decisiones que afectan al país reflejen la voluntad de la mayoría de los dominicanos.
El respaldo de Luis Abinader al «Pacto del Futuro» podría tener consecuencias profundas para la República Dominicana. Este acuerdo no solo plantea desafíos económicos y sociales, sino que también amenaza con limitar la soberanía del país en favor de una gobernanza global que responde más a los intereses de organismos internacionales que a las necesidades locales.
Como conservadores y defensores de los valores tradicionales, debemos insistir en que se respete la Constitución y se realice un referéndum para que el pueblo tenga la última palabra.
Debemos asegurarnos de que las decisiones que tomen nuestros líderes reflejen los intereses de la nación, no las agendas globalistas que buscan imponer una nueva forma de control sobre nuestras sociedades.
Joana Campos es abogada y editora con más de 10 años de experiencia en la gestión de proyectos de desarrollo internacional, enfocada en la sostenibilidad y el impacto social positivo. Actualmente dirige JC Editorial, donde ha coordinado la edición y distribución de libros de reconocidos autores internacionales y la logística de numerosas giras nacionales. Anteriormente, trabajó como abogada corporativa, especializándose en derecho penal y corporativo. Joana es licenciada en Derecho por la Universidad de Guadalajara.
Joana Campos is a lawyer and editor with over 10 years of experience in managing international development projects, focusing on sustainability and positive social impact. She currently leads JC Editorial, where she has coordinated the editing and distribution of books by renowned international authors and managed the logistics of numerous national tours. Previously, she worked as a corporate lawyer, specializing in criminal and corporate law. Joana holds a law degree from the University of Guadalajara.