Oct. 13, 2024 9:10 pm

En los últimos meses, las acusaciones que vinculan al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y su partido Morena con el narcotráfico han cobrado relevancia, especialmente a raíz de las declaraciones del exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna.

Desde su encarcelamiento en Estados Unidos, García Luna ha señalado que existen registros de comunicaciones entre los operadores del presidente y líderes del narcotráfico, lo que sugiere una peligrosa cercanía entre el actual gobierno y el crimen organizado​.

El testimonio de García Luna ha sido contundente. Asegura que durante su juicio, la Fiscalía de Nueva York ofreció un acuerdo que implicaba inculparse por los delitos de narcotráfico a cambio de una sentencia reducida y beneficios económicos, con el fin de obtener información que incriminara a altos funcionarios, incluyendo al propio AMLO.

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Sin embargo, García Luna rechazó la oferta y denunció que varios de los testigos que testificaron en su contra eran, en realidad, narcotraficantes que mantenían vínculos con el gobierno de López Obrador​.

La carta enviada por García Luna ha encendido las alarmas. En ella, se menciona la existencia de audios, videos y registros de comunicación que demostrarían que operadores cercanos a AMLO, y hasta el propio presidente, tuvieron contacto directo con miembros del crimen organizado.

Estos registros, según García Luna, no solo estarían en posesión de las autoridades mexicanas, sino también en manos de dependencias estadounidenses​.

Latinus informó sobre lo que comenta García Luna:

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“Los contactos, videos, audios, fotografías, registro de comunicación y gestión entre el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y sus operadores con los líderes del narcotráfico y sus familias, en particular con los narcotraficantes que fueron utilizados como testigos en mi contra durante el juicio, quienes inclusive durante el juicio imputan al presidente López Obrador y a sus operadores de estar vinculados con ellos y el narcotráfico”, sostiene García Luna.

Si bien la autenticidad de estas pruebas aún no ha sido verificada de manera oficial, el simple hecho de que estas acusaciones provengan de un exfuncionario de alto rango como García Luna representa un golpe directo a la credibilidad del gobierno de AMLO y de su partido, Morena.

Es importante destacar que durante el juicio de García Luna, no se presentaron pruebas contundentes que lo vincularan de manera definitiva con el narcotráfico, lo que ha llevado a algunos analistas a cuestionar la verdadera intención detrás de su condena.

En este contexto, Claudia Sheinbaum, exjefa de gobierno de la Ciudad de México y una de las principales candidatas de Morena para suceder a López Obrador en la presidencia, ha salido en defensa de su mentor político.

Sheinbaum ha asegurado que las declaraciones de García Luna son un intento desesperado por parte del exfuncionario para manchar la imagen de AMLO con fines políticos. Sin embargo, esta defensa ha sido vista por muchos como un intento por minimizar la gravedad de las acusaciones, en lugar de enfrentarlas con pruebas que desmonten los señalamientos​.

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«Conozco al presidente Andrés Manuel López Obrador, lo conoce el pueblo de México. Si él no tuviera autoridad moral, no podría haber hecho la transformación que hizo»

Lea aquí sobre su “transformación” que hizo en México:

La estrategia de Sheinbaum, consistente en desacreditar a García Luna sin ofrecer respuestas concretas sobre las acusaciones, ha levantado sospechas. En lugar de abordar la posible complicidad de funcionarios de Morena con el narcotráfico, ha optado por desviar la atención hacia el historial de García Luna, tachando sus declaraciones como infundadas y parte de un complot político.

Esta respuesta evasiva ha sido criticada por analistas que consideran que, en lugar de clarificar la situación, Sheinbaum está contribuyendo a aumentar la desconfianza en el gobierno.

Ver video:

Fuente: Radio Fórmula.mx

No es la primera vez que se mencionan nexos entre miembros de Morena y el narcotráfico. Durante los últimos años, han surgido múltiples denuncias y rumores sobre la cercanía de algunos operadores políticos del partido con cárteles del crimen organizado.

Varios de estos operadores han sido señalados por presuntamente haber recibido financiamiento ilícito o haber colaborado activamente con narcotraficantes a cambio de apoyo en las elecciones​.

La crítica hacia Morena se intensifica cuando se observan los niveles de violencia que han aumentado significativamente durante el sexenio de AMLO. Bajo su mandato, el país ha experimentado un aumento sin precedentes en los homicidios dolosos, lo que sugiere que la estrategia de seguridad del gobierno ha fracasado rotundamente.

Él dice que todo esto es sencionalismo:

Este panorama refuerza las sospechas de que la política de «abrazos, no balazos», promovida por López Obrador, podría ser una fachada para mantener acuerdos tácitos con grupos criminales que permiten su operación con impunidad.

Señala AMLO

“Dice tener pruebas, audios y videos … Que los de a conocer”.

El papel de Claudia Sheinbaum en este entramado es crucial. Como la figura más visible de Morena tras AMLO, y como una de las principales candidatas a la presidencia, Sheinbaum se enfrenta al desafío de distanciarse de las acusaciones que empañan al partido.

Sin embargo, hasta ahora, su estrategia ha sido proteger a AMLO, lo que la coloca en una posición vulnerable ante las críticas. Si Sheinbaum llega a la presidencia, México podría enfrentarse a una continuación de la política fallida de seguridad de AMLO, perpetuando el control de los cárteles sobre vastas regiones del país​.

Las acusaciones de García Luna, aunque no probadas en su totalidad, plantean serias interrogantes sobre la verdadera naturaleza de Morena y su relación con el narcotráfico. La falta de transparencia y la negativa a investigar de manera exhaustiva estos vínculos solo refuerzan la percepción de que el gobierno de López Obrador, y su posible sucesora Sheinbaum, están dispuestos a hacer la vista gorda ante el crimen organizado, siempre y cuando les permita mantenerse en el poder.

El futuro político de México está en juego. Las acusaciones de García Luna no deben tomarse a la ligera. Si bien el exfuncionario enfrenta sus propios cargos por corrupción y nexos con el narcotráfico, sus denuncias sobre la posible complicidad de Morena con el crimen organizado deben ser investigadas a fondo.

Claudia Sheinbaum, como candidata principal del partido, tiene la responsabilidad de aclarar estas acusaciones y presentar pruebas contundentes de que ni ella ni sus operadores tienen vínculos con el narcotráfico. De lo contrario, México corre el riesgo de continuar sumido en la violencia y la impunidad que ha caracterizado al país durante los últimos años.

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