Podrían perder el resto de España por centrarse exclusivamente en Cataluña

Pedro Sánchez comenzó su discurso ante el Comité Federal celebrando que la Generalitat de Cataluña esté nuevamente en manos de un presidente socialista después de 14 años.

Este logro es reconocido de manera unánime dentro del partido, pero existe un sector – que va más allá de los críticos habituales que advierte sobre el riesgo que podría suponer para Cataluña y estas voces celebran que en esta comunidad el partido «sube como la espuma», pero instan a echar un vistazo al resto del mapa territorial.

«Somos todos iguales y necesarios», afirma, y señala que es necesario «recuperar posiciones en el resto de España». «Al ganar en Cataluña, perdemos en el resto de España», añade, asegurando que la pérdida de poder territorial ocurrida se debió a políticas territoriales como los indultos, la reforma de la sedición, o la amnistía. 

«Para que a Cataluña le vaya bien, no puede irnos mal al resto», se lamenta, reconociendo que aunque estas medidas han tenido un impacto positivo en Cataluña, han perjudicado al resto del país.

«Si defiendes esta financiación, no puedes presentarte a elecciones regionales», sentencia un líder. «Callar en temas trascendentales es caer en la irrelevancia», agrega otro. Sin embargo, aunque muchos son conscientes de esta realidad, fueron pocos los que se expresaron abiertamente en el Comité Federal. 

Fuentes presentes en la reunión señalan que federaciones como las de Juan Espadas (Andalucía), Luis Tudanca (Castilla y León), Miguel Ángel Gallardo (Extremadura) y Juan Lobato (Comunidad de Madrid) no han sido tan vehementes en sus intervenciones como lo habían sido durante estas semanas. 

A puerta cerrada, Sánchez le pidió «lealtad» y los barones moderan el tono, excepto Page y Lambán. Los secretarios generales de Extremadura y Castilla y León también expresan su preocupación por la financiación.

En este sentido, Emiliano García-Page y Javier Lambán han sido los más críticos. «Estamos como San Pedro y San Pablo, recibimos los golpes y los que están de acuerdo siguen aplaudiendo en las catacumbas», resume uno de ellos.

Sánchez supera la resistencia interna y se enfrenta en un choque ideológico sobre el modelo social. Los barones excepto García-Page y Lambán, moderan su discurso respecto a la financiación singular para Cataluña en el primer comité federal tras los cinco días de reflexión del presidente, con más críticas de lo habitual.

El silencio de algunos críticos se interpreta en términos de cambios internos y en privado, ya que algunos, como Espadas, Lobato o Tudanca, están siendo cuestionados, y se espera que se impulsen liderazgos alternativos.

 Un veterano socialista reflexiona: «Antes, no sólo no se quedaban pasivos ante un Congreso federal, sino que se entusiasmaban». «Disentir en temas concretos es enriquecedor, y es un error por parte de la dirección no permitirlo», comentan.

Zaragoza ha sido el primero en retirar la moción que, en contra de la financiación singular de Cataluña y el acuerdo firmado iba a llevar al pleno del Ayuntamiento de la capital este mes. Según fuentes, ya se han realizado los trámites y la moción ha sido retirada. Lo mismo está ocurriendo con tres propuestas no legislativas.

Pedro Sánchez se ha convertido desde hace tiempo en una leyenda tanto dentro como fuera del ámbito político español por su capacidad para superar las adversidades más diversas. En 2017 regresó a Ferraz apoyado por la militancia cuando lo habían dado por muerto y enterrado. 

Un año después, se convirtió en el primer español en llegar a la presidencia a través de una moción de censura y, en 2019, lideró el primer gobierno de coalición desde la Segunda República. Luego llegó la peor pandemia en un siglo y, sin tiempo para un respiro, la crisis inflacionaria provocada por la guerra en Ucrania, anticipando lo que parecía ser un golpe letal: las elecciones.

El primer comité federal tras el acuerdo de financiación singular para Cataluña ha sido el que más debate ha generado desde la reelección de Pedro Sánchez en 2017, aunque con críticas menos contundentes de lo esperado. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha reforzado su estatus como referente del anti-Sanchismo, y Javier Lambán, ex presidente de Aragón, no se ha quedado atrás, aunque su situación personal es diferente.