Israel ha intensificado sus operaciones militares, matando al líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, y a otros altos dirigentes de la organización en un ataque aéreo en el Líbano. Este ataque, dirigido contra la sede de Hezbolá en Beirut, es visto como un golpe significativo para el grupo, que es un aliado clave de Irán. Al mismo tiempo, Israel también lanzó ataques aéreos contra los hutíes en Yemen, específicamente en las áreas de Ras Issa y Hodeida, en respuesta a un ataque con misiles que los hutíes dirigieron contra el aeropuerto Ben Gurión en Israel.
El lunes, Israel lanzó ataques aéreos a gran escala en varias regiones de Líbano como parte de su conflicto en curso con Hezbollah, el grupo político-militar musulmán. Los bombardeos están afectando a todos los residentes de la zona, incluidos muchos cristianos, según informó la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN).
La BBC informó que el 23 de septiembre hubo más de 550 muertos y 1,830 heridos, lo que se suma a los 32 muertos y casi 3,500 heridos de la semana anterior, tras una operación del ejército israelí que logró explotar de forma remota miles de localizadores, conocidos como beepers o buscapersonas.
El cardenal libanés Béchara Boutros Raï, patriarca de la Iglesia Maronita, expresó su pesar a la agencia vaticana Fides por las devastadoras consecuencias que han afectado a miles de ciudadanos libaneses. Además, condenó enérgicamente el uso de «herramientas de comunicación para matar indiscriminadamente».
A principios de este año, el patriarca libanés advirtió sobre el aumento de las tensiones entre Hezbollah e Israel, destacando que los habitantes del sur de Líbano han expresado repetidamente a la Iglesia Maronita que no desean ser «escudos humanos» para las políticas fallidas de Líbano y su “cultura de la muerte”, que sólo ha traído «victorias imaginarias y derrotas vergonzosas».
En 2021, el cardenal Raï recibió amenazas de muerte por parte de Hezbollah tras pedir el cese de los ataques con misiles desde territorio libanés hacia Israel. El cardenal ha reiterado que Líbano debe permanecer neutral en los conflictos regionales y ha defendido la búsqueda de la paz.
Marielle Boutros, coordinadora de proyectos de ACN en Líbano, informó que muchas familias cristianas en las áreas bombardeadas han sido gravemente afectadas. «Algunas han perdido sus hogares y se están trasladando del sur hacia otras zonas más seguras en Beirut, Monte Líbano y el norte», explicó.
Boutros también mencionó que incluso Beirut, la capital del país, ha sido blanco de ataques, concentrados principalmente en áreas de mayoría musulmana donde Hezbollah cuenta con un fuerte apoyo. «Beirut no es una ciudad grande, así que cuando una parte es atacada, toda la ciudad lo siente. Durante todo el día se escucha el ruido de aviones militares y drones», añadió.
«Tengo 37 años y he vivido más de cinco guerras en Líbano. No es el tipo de vida que los jóvenes desean tener. El trauma que la gente está experimentando ahora, y el trauma de vivir otra guerra más, no se olvidará fácilmente», señaló Boutros.
A pesar de los bombardeos, los proyectos de la Iglesia Católica a través de ACN continúan y «son más necesarios que nunca». Según Boutros, ya hay una guerra a pequeña escala en el sur de Líbano desde que el 7 de octubre de 2023 Hamas, con el respaldo de Hezbollah, irrumpió en territorio israelí. Los proyectos de la Iglesia en la región se enfocan en distribuir alimentos y productos de higiene.
Boutros también indicó que las escuelas han sido cerradas temporalmente, pero la educación continúa de forma remota.
En los últimos acontecimientos, los ataques aéreos de Israel han intensificado las tensiones en Medio Oriente, con Israel atacando a varios grupos respaldados por Irán. En particular, Israel mató al líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, y a otros altos funcionarios en el Líbano durante un ataque en la sede de Hezbolá cerca de Beirut. Este ataque se considera un golpe significativo para Hezbolá, un aliado clave de Irán, y ha aumentado las preocupaciones sobre un posible conflicto más amplio en la región.
Simultáneamente, Israel también lanzó ataques contra las fuerzas hutíes en Yemen, tras un ataque con misiles de los hutíes que tenía como objetivo el aeropuerto Ben Gurión de Israel. Los ataques aéreos israelíes en Yemen se centraron en objetivos militares clave e infraestructura, incluidos puertos y estaciones de energía, causando al menos cuatro muertos y decenas de heridos.
Hassan Nasrallah era el objetivo principal de la reciente operación israelí, pero no el único. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) llevaron a cabo un ataque aéreo que no solo tenía como meta eliminar al líder de Hezbolá, sino también a la cúpula de la organización libanesa. El bombardeo tuvo lugar en un búnker en Dahleb, al sur de Beirut, el viernes pasado, y según las FDI, al menos 20 altos mandos del grupo chiita murieron en el ataque.
Aunque Hezbolá no ha confirmado oficialmente la pérdida de tantos dirigentes, durante el domingo sí reconoció que Nasrallah falleció en el ataque. Además, en otros bombardeos posteriores, Hezbolá admitió que tres de sus comandantes también perdieron la vida.
En las últimas horas, Hezbolá ha ido confirmando a cuentagotas que la perdida de varios de sus líderes militares.
Así, a primera hora del domingo el grupo anunció la muerte del comandante del frente norte y alto miembro de la inteligencia del grupo, Hasán Jalil Yasín.
Y horas después confirmó el deceso de Nabil Qaouk, quien era jefe del consejo de seguridad de la organización e integrante de su consejo central, así como el de Ali Karaki, jefe de las fuerzas del sur de la agrupación.
Desde Hezbolá prometieron la muerte de su líder no quedaría sin respuesta y a lo largo del fin de semana cumplieron esa amenaza. Entre el sábado y el domingo sus milicianos dispararon decenas de cohetes desde el Líbano contra el norte de Israel.
Hezbolá prometió que la muerte de su líder no quedaría impune, y durante el fin de semana cumplieron con esa promesa. El sábado y el domingo, sus combatientes lanzaron numerosos cohetes desde el Líbano hacia el norte de Israel.
Flor Elena Robledo es periodista y comunicadora con experiencia en «Sábado Gigante» y Univision, destacándose en comunicación pública y traducción simultánea. Ha enseñado periodismo, entrevistado a figuras públicas y trabajado en TUVU y MegaTv, alcanzando millones de vistas con sus historias. Posee un título en Periodismo de Radiodifusión de la Florida International University y estudios de posgrado en Periodismo en Español.
Flor Elena Robledo is a journalist and communicator with experience in «Sábado Gigante» and Univision, excelling in public communication and simultaneous translation. She has taught journalism, interviewed public figures, and worked at TUVU and MegaTv, reaching millions of viewers with her stories. She holds a degree in Broadcast Journalism from Florida International University and has pursued postgraduate studies in Journalism in Spanish.