La violencia en Mazatlán, una zona conocida por la influencia del Cártel de Sinaloa, estalló el 9 de septiembre debido a un conflicto interno entre dos facciones del propio cártel. Este enfrentamiento ha desatado una serie de actos violentos que han puesto en riesgo la seguridad de los habitantes.
El Cártel de Sinaloa, uno de los grupos delictivos más poderosos en la historia de México, enfrenta divisiones internas desde la debilitación de su liderazgo. Estas tensiones han desembocado en una disputa por el control de territorios estratégicos y actividades ilícitas.
Las autoridades han intensificado los operativos de seguridad en la región. Sin embargo, la violencia sigue afectando a la población civil, generando incertidumbre y temor entre los residentes de Mazatlán.
La noche del domingo 27 de octubre, varias detonaciones de armas de fuego en distintos puntos de la ciudad provocaron momentos de pánico entre los ciudadanos. La Secretaría de Seguridad Pública local pidió a la población resguardarse mientras las autoridades intentaban controlar la situación.
El aumento de la violencia en Mazatlán ha generado gran preocupación entre los habitantes, quienes viven con temor ante los constantes enfrentamientos entre las facciones del Cártel de Sinaloa. Las autoridades locales han movilizado fuerzas para tratar de restablecer el orden, pero la situación sigue siendo crítica.
Durante la conferencia matutina del lunes, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, fue cuestionada sobre los hechos violentos. Sheinbaum vinculó estos sucesos a la inseguridad derivada de la detención de Ismael “El Mayo” Zambada y su entrega a las autoridades estadounidenses.
Sheinbaum explicó que la situación en Sinaloa es “especial” debido a la detención de Zambada, la cual aún no está completamente esclarecida. Según la mandataria, el proceso de entrega a Estados Unidos ocurrió en circunstancias poco claras.
A pesar de la gravedad de la situación, Sheinbaum aseguró que las autoridades están abordando el conflicto con una estrategia basada en “presencia e inteligencia”, aunque los resultados no han sido suficientes para calmar la violencia en la región.
El Cártel de Sinaloa, fundado por Joaquín “El Chapo” Guzmán e Ismael “El Mayo” Zambada, tiene una base sólida en el estado de Sinaloa, donde residen muchos de sus miembros y familiares. Esta presencia convierte a la región en un punto clave para sus operaciones.
El control territorial del Cártel de Sinaloa en la zona ha generado frecuentes enfrentamientos con grupos rivales. Este control ha permitido que la organización mantenga su influencia en el narcotráfico, a pesar de los golpes asestados por las fuerzas de seguridad.
Sin una estructura jerárquica rígida, el Cártel de Sinaloa ha visto surgir dos facciones principales que están librando una violenta lucha interna. La detención de “El Mayo” Zambada en julio de 2024 en El Paso, Texas, aceleró esta división.
De un lado, están los leales a Zambada, conocidos como “La Mayiza”, quienes han forjado alianzas con grupos como “Los Ántrax” y “Los Rusos”. En contraste, “Los Chapitos”, los hijos de “El Chapo” Guzmán, se han unido con “Los Ninis” y “Los Salazar”, lo que ha intensificado la violencia.
La lucha entre estas facciones estalló el 9 de septiembre, cuando “El Mayo” Zambada, en una carta, acusó a Joaquín Guzmán López, hijo de “El Chapo”, de traicionarlo y entregarlo a las autoridades estadounidenses. Esta acusación desató una nueva ola de violencia.
Durante el último mes, el estado de Sinaloa ha sido escenario de brutales enfrentamientos entre ambas facciones. Este conflicto ha dejado un saldo alarmante de muertes, desapariciones y vehículos incendiados, sumiendo a la región en una profunda crisis de inseguridad.
La guerra interna en el Cártel de Sinaloa no solo afecta a los involucrados en el narcotráfico, sino también a la población civil. La violencia ha alcanzado niveles preocupantes, y las autoridades luchan por controlar la situación en medio de la creciente tensión y el caos en la región.
Flor Elena Robledo es periodista y comunicadora con experiencia en «Sábado Gigante» y Univision, destacándose en comunicación pública y traducción simultánea. Ha enseñado periodismo, entrevistado a figuras públicas y trabajado en TUVU y MegaTv, alcanzando millones de vistas con sus historias. Posee un título en Periodismo de Radiodifusión de la Florida International University y estudios de posgrado en Periodismo en Español.
Flor Elena Robledo is a journalist and communicator with experience in «Sábado Gigante» and Univision, excelling in public communication and simultaneous translation. She has taught journalism, interviewed public figures, and worked at TUVU and MegaTv, reaching millions of viewers with her stories. She holds a degree in Broadcast Journalism from Florida International University and has pursued postgraduate studies in Journalism in Spanish.