La crisis del agua en Cuba es una de las peores catástrofes que enfrenta la isla, afectando a más de un millón de personas. No es solo la falta de agua, es el reflejo del fracaso del régimen cubano. Años de negligencia y corrupción han colapsado la infraestructura hidráulica. Los sistemas de bombeo están destrozados, y sin electricidad, el suministro de agua es casi inexistente. En su desesperación, los cubanos recurren a fuentes peligrosas de agua, arriesgando su salud y sus vidas.