Hungría está tomando una postura firme contra las políticas de la Unión Europea, defendiendo su soberanía y protegiendo a su pueblo. Ante la presión de la UE para aceptar solicitantes de asilo, el gobierno de Viktor Orbán ha dejado claro que no cederá. Si la UE insiste, Hungría transportará a estos migrantes directamente a Bruselas. Esta política, similar a la de líderes conservadores en EE. UU. como Ron DeSantis, refuerza el compromiso de Hungría con su seguridad fronteriza y su derecho a decidir quién entra en su país.