En un sorprendente giro, Kamala Harris está tratando de modificar las reglas del esperado debate de ABC del 10 de septiembre, pidiendo un formato sentado y el uso de una «hoja de ayuda». Estas exigencias son un claro reflejo de su renuencia a enfrentar preguntas difíciles y su aparente incapacidad para manejar la presión, lo que ha dejado a muchos preguntándose si está realmente preparada para el desafío.