En las MIPYMES, es cierto que todo es muy caro, pero ya no es necesario hacer colas ni recorrer la ciudad en busca de huevos o pan. Han abierto muchísimas pequeñas tiendas donde se puede comprar de todo, incluso carne. Incluso hay gasolineras—todas estatales—con bombas de combustible que se pagan con tarjeta en dólares y sin esperas.