El martes 20 de agosto el parlamento ucraniano aprobó una ley que prohibiría la iglesia ortodoxa rusa en su territorio. Aunque la mayoría de los ucranianos son de confesión ortodoxa, la iglesia se dividió de su raíz rusa y creó una rama independiente. El término es “autocéfala”, significa que tiene cabeza propia.
De acuerdo al Instituto Internacional de Sociología de Kiev, el 72 % de la población declaró su fidelidad a una Iglesia Ortodoxa Oriental. De los cuales, el 54% de los ucranianos proclamó su adhesión a la Iglesia Ortodoxa autocéfala de Ucrania; el 14% se identificó como cristiano ortodoxo sin especificar una afiliación eclesiástica; el 4% se asoció con el Patriarcado de Moscú.
Dadas las cifras, esta prohibición puede ser cuestionado tanto desde una óptica conservadora como desde una progresista. Por un lado, marca un precedente en la libertad religiosa. Mientras varios líderes de Occidente se alían con Ucrania, este valor se pasa por alto. Por otro, excluye a las minorías; en un tiempo donde la inclusión es un discurso predominante.
Ucrania acusa complicidad y espionaje
En su defensa, Ucrania acusa a la iglesia ortodoxa rusa de ser cómplice de la invasión que lleva más de 30 meses e incluso de albergar a espías.
“¡Es una decisión histórica! El Parlamento aprobó una ley que prohíbe una filial del país agresor en Ucrania”, anunció la diputada Irina Gerashchenko, según reporta Orthodox Times.
A su vez afirma que el diputado Jaroslav Gelezniak anunció el respaldo de 265 diputados, superando el mínimo requerido de 226 votos. La nueva ley también prohibe las organizaciones religiosas asociadas con la iglesia vinculada a Moscú. Dichas prohibiciones se harán efectivas tras una decisión judicial.
El respaldo es no solo político sino religioso. El Consejo Ucraniano de Iglesias y Comunidades Religiosas apoya la prohibición de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana (UOK). El consejo está compuesto por varias iglesias de denominaciones cristianas, además tiene representación de la comunidad judía e islámica. Respaldan la demanda del presidente Volodímir Zelenski. Exige una «independencia espiritual» completa.
Base histórica
Para un occidental es necesario aclarar que en Oriente la iglesia se divide en patriarcados. Primero, luego de la caída del imperio romano de Occidente, el imperio romano en Oriente (el imperio bizantino) se mantuvo en pie por 1000 años más (1453) hasta que cayó ante el avance del califato islámico. Donde Constantinopla pasó a su Istanbul (Turquía) y con el tiempo iglesias icónicas, como Santa Sofía, se convirtieron en mezquitas.
Pero antes, durante el imperio bizantino, sucedió el gran cisma de 1054. Las iglesias de Oriente se separaron de Roma, dando lugar a cuatro patriarcados: Constantinopla, Alejandría, Antioquía y Jerusalén. Luego surgen los cuatro patriarcados de origen más reciente: Rusia, Serbia, Rumania y Bulgaria. De manera que, como su nombre indica, la iglesia ortodoxa de Ucrania es autocéfala.
A diferencia de la iglesia católica, que en griego significa universal, tanto en el protestantismo como en la ortodoxia, a menudo hay un vínculo con el nacionalismo. El anglicanismo, por ejemplo, nace con el rey proclamándose cabeza de la iglesia de Inglaterra. Modelo que no fue adoptado posteriormente en EE.UU.
Al contrario, durante los años de la lucha por la independencia, medían la lealtad de los americanos a la corona y a su iglesia a la par. Por lo cual hay un enigma entorno a la Fe de George Washington. La masonería, por ejemplo, se adjudica su adhesión. Paralelamente, en 1750 el imperio británico le exigió jurar su lealtad a la Iglesia de Inglaterra y anunciar públicamente que no era católico (y que no creía en la transustanciación). Hasta el momento, tenía muy buena relación con el obispo y era donante activo para la construcción de iglesias católicas en las colonias. Incluso hay quienes afirman que la Fe católica en su lecho de muerte. Quizás incluso como resultado final de su lucha por la libertad y desafiando a un imperio que le impuso un credo. EE.UU. nace como una nación cristiana. No impuso una religión oficial.
Por lo cual es impensable que el Estado pueda prohibir un culto, mucho menos una denominación cristiana milenaria. Entonces hay dos formas de verlo: o uno, Zelensky no es el héroe de la democracia sino un tirano y la defensa de la cristiandad se evidencia en su contraparte rusa, como muchos creen, o bien el afán expansionista de Moscú es tal que hasta la iglesia ortodoxa sirve de instrumento, como alega el gobierno ucraniano. El tiempo dirá.
Mamela Fiallo Flor es profesora de lengua e historia, columnista y conferencista. Plasma su amor por la libertad y pasión por la verdad en cada nota.
Mamela Fiallo Flor is a language and history teacher, columnist, and speaker. She conveys her love for freedom and passion for truth in every piece she writes.