Por: Antonio Moreno Ruiz
El fin de semana ha sido pasado por revueltas en el Reino Unido. A raíz de que un individuo de origen ruandés haya asesinado tres niñas, el hartazgo ha saltado por los aires y muchos británicos se han manifestado contra esta política migratoria.
Cierto es que ha habido disturbios y que se han llegado a asaltar hoteles en los que se alojan inmigrantes ilegales (mientras que muchos europeos tienen dificultad para acceder a una vivienda digna…).
No obstante, ante los continuos episodios de violencia y caos, ¿los políticos y quienes los manejan piensan que la gente se va a quedar quieta? ¿Que esta situación no va a estallar por algún lado?
Con todo, la prensa mayoritaria y “biempensante” pone el foco en el “peligro de la ultraderecha” y calla cuando pandillas de musulmanes, coaligados con grupos de “Antifa” y similares, van a golpear a estos ciudadanos hartos ya de la injusticia.
Los progres nos dirán que lo del ruandés que se ha dedicado a matar niñas es un “caso aislado”. El problema es que la realidad les juega en contra, porque ya sea en Francia, Suecia, Italia, España o cualquier punto de Europa occidental, la subida de asesinatos, robos y violaciones directamente relacionado con la inmigración ilegal y descontrolada promovida por los viejos partidos y por unas oligarquías cada vez más dictatoriales y carroñeras es tan lapidaria como insostenible.
Y no es sólo un tema de inmigración más o menos contemporáneo: Está visto y comprobado que ciertas comunidades de “seres de luz” no se adaptan ni se quieren adaptar así pasen varias generaciones en el país que los acogió.
Mientras tanto, los progres nos hablan de “feminismo” y sin embargo, importa millones de personas que provienen de culturas en las que no se respeta lo más mínimo a las mujeres.
Incoherencia tras incoherencia, Europa occidental se convierte en laboratorio del “wokismo” con tintes cada vez más orwellianos.
Parece que nos encontramos ante una especie de “solución final” en la que los hoteles han de llenarse de inmigrantes ilegales y los europeos cada vez van a tener más problemas; convirtiendo nuestros países en estrambóticas mezclas de museos y cárceles. Y las “élites” están pisando el acelerador para que esto ocurra. No obstante, buena parte de la población no se lo va a poner fácil, porque ya mucha gente está despertando y no hay por qué resignarse frente al mal por más que lo quieran imponer.
Antonio Moreno Ruiz Nacido en Bollullos de la Mitación (Sevilla, España), en 1981. Historiador licenciado por la Universidad de Sevilla, con máster en Educación Secundaria y especializado en Historia de América. Comunicador y escritor. Amplia experiencia en periodismo, así como en docencia, traducción y proyectos de formación académica y cultural. *Co-fundador de la página “Spanish Heritage”